Sus piezas partieron de
silbidos y se convirtieron en sinfonías. Para el maestro Jorge Villamil la
música era tan sencilla y espontánea como silbar y hacer composiciones y por
eso en su haber alcanzaron a figurar más de 200 creaciones de primera
categoría. Muchas de ellas siguen siendo, después de varios lustros, homenajes
sentidos a su natal Huila y pilares fundamentales del folclor andino
colombiano.
Nunca aprendió a leer notas,
porque la música era al comienzo una pasión alterna, pues sus afectos estaban
concentrados en los estudios de medicina, de los que se graduó como ortopedista
y traumatólogo en plena década de los 50. Durante su ejercicio profesional en
lo que se conoció en la época como el Instituto de los Seguros Sociales se
lanzó a los terrenos de la composición en un tiempo en el que las artes no eran
bien vistas. “Yo recuerdo que antes la palabra compositor era sinónimo de
‘perro’, porque la música se desarrollaba en un ambiente muy bohemio. Incluso,
mis papás al comienzo no estuvieron de acuerdo porque no querían que (dizque)
su hijo se torciera”, manifestaba entre risas el creador de temas tan insignes
como Oropel, Llamarada, Me llevarás en ti, Luna roja y El barcino.
La primera composición que
se conoció de manera oficial del maestro Jorge Villamil se tituló La
zanquirrucia, tema con el que no logró mayor divulgación. A esta pieza le
siguieron sus grandes éxitos que le dieron la vuelta al mundo en las voces de
Silva y Villalba, Carlos Julio Ramírez, Garzón y Collazos, Isadora, Los
Tolimenses y Víctor Hugo Ayala, para mencionar tan solo algunos nombres.
A pesar de que
Espumas, Oropel y Llamarada fueron las canciones que más reconocimiento le
dieron a Villamil, él siempre manifestó que la más completa tanto en música
como en letra es Me llevarás en ti.
“Para mí, una buena
composición es aquella que intenta llevar mensaje en su letra, pero que con su
música también puede llegar a conmover. Las canciones son el único patrimonio
que queda cuando a uno le toca despedirse de este mundo diciendo adiós palomita
blanca”, afirmó en una de sus más recientes entrevistas este hombre, que en los
últimos años se vio afectado por una diabetes, sumada a la muerte de su hija
Ana María Villamil Ospina en diciembre del año pasado.
Durante la
presentación oficial del Gran Concierto Nacional del 20 de Julio, evento en el
que el denominado ‘Compositor de las Américas’ recibió un merecido homenaje,
Villamil expresó que su máximo ilusión era esperar a que salieran al mercado
varias colecciones con sus obras interpretadas en tiple y orquesta. La
intención que tenía el maestro con este proyecto era que el público cantara
sobre una base instrumental bien desarrollada.
“Mi caso es realmente
extraño, porque la persona que no toque ningún instrumento es difícil que
componga. Yo, por ejemplo, tengo en la cabeza una pieza sinfónica que se llama
Valle de las tristezas y es el avance de España por el terreno del Tolima en el
que se encuentran con los paeces y con los pijaos. Yo pensaba hacer esa
composición con todas las de la ley, pero ya no lo pude hacer. La tengo
diseñada de comienzo a fin en la cabeza, pero yo ya me muero con eso”,
comentaba Jorge Villamil Cordovez y al instante siguiente aseguraba que no se
arrepentía de nada en la vida, porque han sido pocos los que partiendo de un
silbido logran crear toda una melodía.
Tomado de Diario el
Espectador,
Autor: Juan Carlos
Piedrahíta B.
Año 2010
"Caminando por el Huila" del compositor huilense JOSE IGNACIO OLAVE
ResponderEliminarAsí es, la canción que aparece arriba es del maestro Jose Ignacio Olave, el hecho de publicarla junto a un post de Jorge Villamil es la relación que tiene ésta obra con la vida que llevo del maestro Villamil. Tal vez si pecamos al no haber hecho la aclaración al inicio, y fue un gran aporte su comentario. Gracias
EliminarCuando se habla de la palabra carranga dice que se refiere al animal muerto (no sacrificio), a qué clase de animal se refiere? o que animales?
ResponderEliminar