Cóndor
de los Ándes (Vultur Gryphus)
Por: Andrés Sánchez
Por miles de años, esta ave ha surcado los cielos de los
andes colombianos y de Latinoamérica, acá en Colombia principalmente se ubica
en el centro del país. Llega a pesar hasta 12 kg y al despliegue de sus alas
puede alcanzar a medir 3,4 metros, además es el ave voladora más grande del
mundo. En un día esta ave puede ingerir 5 kg de alimento, y cuando no lo hay
ayuna hasta 5 semanas. La hembra se diferencia del macho por que tiene el iris
color rojo y el macho posee cresta y su iris es café claro.
Sólo se reproducen cada 2 años, durante 58 días es el
periodo de gestación, donde el padre y la madre se encargan de encubar el
huevo. Estos llegan a la vida adulta a los 8 años y pueden vivir de 40 a 50
años.
Gran parte de su existencia la pasa volando, puede
alcanzar alturas de hasta 10.000 metros y sus territorios se expanden hasta 120
km, y su muy desarrollado sentido de la vista le permite avistar su alimento.
Los incas creían que el cóndor era inmortal.
Según cuenta el mito, cuando el animal siente que comienza a envejecer y que
sus fuerzas se le acaban, se posa en el pico más alto y saliente de las
montañas, repliega las alas, recoge las patas y se deja caer a pique contra el
fondo de las quebradas, donde termina su reinado. Esta muerte es simbólica, se
dice que con este acto el cóndor vuelve al nido, a las montañas, desde donde
renace hacia un nuevo ciclo, una nueva vida. El cóndor simbolizaba la fuerza,
la inteligencia y el enaltecimiento o exaltación. Era un animal respetado por
todos aquellos que vivían en los Ándes desde tiempos prehispánicos, ya que no
sólo traía buenos y malos presagios, sino que también era el responsable de que
el sol saliera cada mañana, pues con su energía era capaz de tomar el astro y
elevarlo sobre las montañas iniciando el ciclo vital.
El cóndor y su fidelidad.
Algunos pueden saberlo, que este es un animal monógamo
ósea que se junta de por vida con una sola pareja. De igual manera si alguno de
los dos llegase a faltar, morir, quien se mantuviese vivo sube hasta el pico de
una montaña y se lanza al vacío en cruz de duelo por su pareja,
buscando terminar su existencia en un par de segundos.
Hoy en día su existencia, no a razón natural, se ve amenazada debido a
la reducción de espacios para su hábitat, lo que la lleva a asentarse mucho más
cerca a los caseríos y la caza por parte de los pobladores del estos lugares
hace presencia, como argumento a su caza se dice que el Cóndor
aprovecha los extensos potreros y va en búsqueda del ganado para su sustento, y
por otro lado se ha considerado que algunas de sus partes son de uso
terapéutico.
La alerta está dada, el Cóndor está desapareciendo, pero
la voz debe seguir corriendo o pasarán pocos años para que en definitiva esta
magnífica ave deje de volar en lo más alto de nuestros cielos. Y
ahora la gran pregunta: Siendo esta el Cóndor el ave instada en nuestro
escudo ¿Por qué se hacen esfuerzos tan vagos para proteger esta especie?
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